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> Que no te dominen

Están siempre ahí, pero las obviamos, pasamos de largo pensando que no sirven para nada. Están en parques, en playas o escondidas en algún rincón de la ciudad y aún así las obviamos. Nos autoconvencemos, «si yo solo quiero hacer kilómetros y kilómetros, necesito tener las piernas fuertes, ¿de qué me servirían?». ¿Conocéis el dicho que dice «en el término medio está la virtud»? Pués bien, para eso exactamente sirven. Y de que diantres os estamos hablando, os hablamos de las barras para hacer dominadas y SI, aunque nuestro sentido de la vista se ciegue psicosomáticamente como a Woody Allen en «Un final Made in Hollywood», están en los parques y en las playas, lo que ocurre es que es más sencillo pasar de largo y seguir con nuestra carrera porque es a lo que estamos acostumbrados. Comodidad, eso lo resume todo, no nos gusta salir de nuestra zona de confort y para eso estamos aquí, para convenceros y dar el empujón que necesita vuestras rutinas de entrenamiento. Con ello conseguiréis el equilibrio que demanda vuestro cuerpo, un equilibrio razonable entre tren superior e inferior, os hará mejores runners, o al menos unos runners más versatiles.

¿Para que sirven las dominadas? 

Con su práctica fortalecemos nuestra espalda, nuestros hombros y nuestros brazos. Una espalda bien trabajada, nos corrige problemas posturales y eliminamos posibles dolores, ya sea corriendo o simplemente sentados. Con ello obtenemos una «garantía de salud». Y si esto no os convence, solo nos queda deciros, que si las practicáis, luciréis mejor palmito. 

Existen numerosos tipos de dominadas, también conocidas como Pull Ups. Nosotros en esta ocasión os hablaremos de las «dominadas estrictas». Cuando dominéis su técnica, os mostraremos distintas variantes que os harán evolucionar. 

Dominadas estrictas 

Una vez más volvemos a trabajar con nuestro peso corporal, esta vez al estar colgados de una barra, trabajamos con nuestro propio peso muerto. Los pasos para una correcta ejecución son los siguientes: 

  1. Alzamos los brazos, con el agarre (palma de las manos) abierto, de tal modo que nuestros antebrazos queden perpendiculares al suelo. 
  2. Al iniciar el ejercicio y cada una de sus repeticiones, debemos comenzar totalmente extendidos. 
  3. Mantener en todo momento la espalda recta y mantener el pecho fuera para realizar el ejercicio correctamente y evitar posibles lesiones o sobrecargar otros músculos implicados. 
  4. Levantamos nuestro cuerpo verticalmente, tirando principalmente de nuestras dorsales, pero ayudándonos ligeramente de nuestros biceps y hombros, hasta que nuestra barbilla sobrepase la barra. 
  5. Por último y no menos importante descender, suavemente aguantando nuestro peso sin dejarnos caer de un golpe.


Lo ideal es comenzar marcándose un objetivo de 4 series a 10 repeticiones cada una. Pero seguramente sea demasiado complicado al principio, para ello realizaremos 4 series al mayor número de repeticiones que lleguemos, manteniendo siempre en mente el objetivo de 10 repeticiones por serie, hasta lograr alcanzarlo. Os aseguramos que será antes de lo que pensáis. 

Os dejamos un video para que comprendáis mejor la ejecución del ejercicio 

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